En clave de Marketing de gobierno, un nuevo gobernante y su equipo, deben tomar con responsabilidad y seriedad su proceso de construcción de marca, y estar atentos a estas recomendaciones para llegar al corazón decisión de los ciudadanos...
No es lo mismo crear marca de pañales o de salsa de tomate que marca de gobierno. Contrate profesionales con formación y experticia real en creación de marca de gobierno y marca de líder político.
Construya desde los estilos de vida “de a pie” y no tanto desde la tozudez. Acompañe un proceso de investigación serio que permita capitalizar un acumulado, contactarse con los usuarios de la potencial experiencia.
Acompañe el levantamiento de un brief de marca concebido desde el líder del gobierno con sus asesores, pero generando un solo filtro que valore el proceso y tome decisiones.
Revise paso a paso la construcción de la batería de marca con: Logo símbolo, logotipo, colores, sonido, gráficas, olores, sabores y demás manifestaciones maestras de la experiencia.
Pruebe los elementos de la batería con piezas publicitarias de entorno real, en grupos focales segmentados y lo más alejado posibles del líder decisor, para que las opiniones no se den por el afecto o por quedar bien con el gobernante.
Procure construir los protocolos por medio de los manuales de Marca, Imagen y Estilo, tres conceptos muy diferentes y que también permiten testear aplicaciones, tamaños, piezas, objetos y demás lugares de experiencia de marca.
La marca del gobierno debe relacionarse con la marca del gobernante, pero ambas requieren de procesos independientes, pues los proyectos de un líder son permanentes pero los de un gobierno son temporales.
Respete la huella heráldica del territorio que usted gobierna y no intente reemplazarla, pues la institución gubernamental no es su gobierno y las experiencias son distintas.
Procure que esta marca sea eje central del estilo comunicacional en aspectos como: Manejo de Prensa, Medios propios de gobierno, Eventos, protocolo, Relaciones públicas, publicidad e incluso vigilar la presencia de la marca en acciones compartidas con otros gobiernos e instituciones para generar presencia en la medida del derecho a maniobra que tenga ese gobierno o gobernante en la acción comunicacional definida.
Una marca de gobierno debe tener una vigencia mínima de 2 años, con una evaluación del impacto desde las variables de Experiencia emocional y racional, Impacto en la imagen favorable e impacto en la reputación de gobierno y gobernante en gobernados.
Todo lo que usted hace por su marca de gobierno y como dirigente repercute en temas trascendentales como su GOBERNABLIDAD, la CONFIANZA generada y el CAPITAL POLÍTICO PARA LA TOMA DE DECISIONES.
No improvise la gestación de su marca, póngala en manos de expertos.
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