Fuente: revista Forbes.com.mx
La política y la tecnología están cada vez más relacionadas entre sí. Los políticos han apostado al uso de redes sociales y dispositivos móviles para acercarse a las personas y ganar su confianza.
En 2008, Barack Obama se valió de los recursos digitales como redes sociales, sitios de internet, blogs y hasta influenciadores en línea para armar una sólida estrategia de marketing político digital y que le valió la presidencia de Estados Unidos. Un caso similar fue en 2015 con Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como ‘El Bronco‘. Una planeación eficiente en su campaña política en redes sociales le ayudó al candidato independiente a convertirse en el primer gobernador emanado de ningún partido político en Nuevo León. ” Un político debería de aprovechar las redes sociales para comprender mejor su sociedad, para comprender mejor lo que comparten sus lectores, los ciudadanos, los votantes o sus compañeros o militantes, y adecuar mejor su oferta electoral y su conversación y su propuesta política a ese mejor conocimiento de la realidad”, explica Antoni Gutiérrez-Rubí, autor del libro La transformación digital y móvil de la comunicación política apoyado por la Fundación Telefónica. En este sentido, el también asesor de comunicación y consultor político explica que la tecnopolítica se ha convertido en un aliado de la ciudadanía, pues es el instrumento que les brinda libertad y autonomía. “Nada volverá a ser como era hace ni siquiera un lustro, en política o en comunicación”. Algunos de las principales herramientas de las que se valen las campañas de marketing político digital son un blog del candidato, páginas en las principales redes sociales, como Facebook y Twitter, un canal en YouTube o en sitios más visuales como Flikr y Pinterest. El uso de estas plataformas le permite a los candidatos estar más cerca y en mayor comunicación con el ciudadano, pues todas ellas ya cuentan con aplicaciones móviles, el mejor amigo de usuarios de internet. En promedio, 90% de los consumidores a nivel mundial accede a redes sociales desde un teléfono celular y ocho de cada 10 usuarios buscan productos o servicios en sus smartphones, de acuerdo con el estudio Our Mobile Planet realizado por Google. “Las aplicaciones se han convertido en una vía para aproximar personas con intereses comunes a través de la tecnología y resolver sus necesidades reales a partir de la propia iniciativa individual”, declara Gutiérrez-Rubí. Asimismo, explica que la política debe adaptarse a esta realidad e iniciar una migración hacia estos entornos digitales. Pues, “la política tiene que pasar de las sedes a las redes, de la calle a los teléfonos móviles. No comprender el fenómeno móvil puede resultar un error grave. Y entenderlo, una gran oportunidad. La tecnología móvil ofrece un abanico enorme de posibilidades y, además, está en constante desarrollo e innovación. La batalla de los próximos años será… móvil o no será”. ¿Qué necesita una campaña de marketing digital político? A continuación, Antoni Gutiérrez-Rubí comparte cinco tips para crear una campaña de marketing político digital exitosa. Más dispositivos equivalen a más datos. La tecnología móvil le abre paso al microgeotargeting. Se debe sacar un mejor rendimiento para la gestión, predicción y actuación al enorme potencial de conocimiento que ofrecen los datos cuando se analizan, no cuando se proclaman. Cuando pasan de la publicidad a la comprensión. Del big data al data thinking. De la calle, a los dispositivos móviles. De los mítines puntuales, unidireccionales, a la escucha activa y la conversación permanente y en red (WhatsApp puede ser una buena herramienta). Explorar nuevos formatos y nuevos relatos . Visual thinking (maneras de ver, maneras de pensar). Hablamos de nuevas cartografías digitales, nuevos territorios, nuevos caminos…por tanto, de explorar elementos como las infografías, la imagen, etc. que nos ayuden a comunicar y conectar de manera distinta. Generar recursos virales. Esta clase de contenidos deben tener un valor adicional, deben de ser originales y que ayuden a difundir el mensaje y hacer crecer las redes. Potenciar la videopolítica y también la gamificación con pequeñas piezas. Para esto, es necesario apelar a las emociones, estar cerca del usuario-ciudadano-votante. Estar allí donde él está, en las redes…y en su dispositivo. Fuente: revista Forbes.com.mx
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