La marca de un gobierno nunca está por encima de la marca de un territorio y ambas, representan el escenario de percepción colectiva que hace más visible y poderosa la marca de un gobernante, incluso sin que la imagen de este se deba exponer. Es importante resaltar que cada marca mencionada en el párrafo anterior es totalmente diferente de la otra y cumple una función específica. Pero claro, esto no significa que sean excluyentes, estas se trabajan integralmente. Es común ver en ciertos medios de gobierno de provincias, ciudades e incluso de países, la imagen del dirigente repetida en varias páginas y espacios, ocupando la mitad del tiempo de un video o audio y la pregunta que surge es: ¿esta saturación de imagen personal hace más sólida la visibilidad de la marca política del dirigente? La respuesta es NO. Está comprobado que los usuarios de publicidad o medios propios de un gobierno quieren informarse, entretenerse, conocer, e incluso tener elementos de juicio para evaluar un gobierno y desde su inteligencia y capacidad, por mínima que sea, son capaces de conectar por complemento psicológico la acción de un territorio que se ve transformado con un gobierno activo y que ambas variables permiten inferir qué hay un gobernante que lidera dicha acción. Bueno es cilantro pero no tanto como dirían las abuelas. Y es claro que aparecer más en medios, redes o canales propios no hace al funcionario, más visible como marca ni más posicionable en un ejercicio de comunicación y branding.
Acción, más que visibilización
Actualizado: 27 sept
Comments