Recientemente en Colombia, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) entidad técnica que orienta y evalúa las políticas públicas colombianas y proyectos del Gobierno, dio a conocer los resultados de la Medición Integral de Desempeño 2016, calificación cuyo propósito es evaluar la gestión pública y la asignación de recursos de 1.101 municipios colombianos.
Esta evaluación mide la administración de cada municipio en áreas como: educación, salud, agua potable, generación de recursos propios, transparencia, gestión administrativa y fiscal, entre otros. En ese sentido las ciudades colombianas con la más alta calificación y que traduce en el logro de una mejor calidad de vida para sus habitantes son, Medellín en el primer lugar, Mosquera en el segundo puesto, Zipaquirá en el tercero y en la cuarta posición el municipio de Bello, norte del departamento paisa.
Es decir que Cundinamarca y Antioquia concentran los municipios con mayor orientación a los resultados. Medellín logró esta calificación gracias al desempeño fiscal del 81% y a la realización en un 98% de las metas trazadas en el Plan de Desarrollo del mismo año, así lo afirmó en su momento el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, por otro lado, el municipio de Bello logró esta valoración gracias a los diferentes procesos organizativos, de planeación, de control y de ejecución que trabajaron desde el inicio de la administración del alcalde César Suárez, posicionando a Bello líder en organización y gestión.
Está medición es importante porque el DNP puede identificar los retos de cada municipio y compararlos entre sí, cada zona puede tomar mejores decisiones, asignar proyectos según sus necesidad, ejecutar planes para cada situación específica y direccionar los recursos al desarrollo. Cómo resultado se logra la adecuada prestación de servicios públicos, la reducción de la pobreza, un mejor manejo de los recursos y el aumento de los niveles de bienestar en la comunidad.
Países como Uruguay, Argentina, Brasil y Chile cuentan con estos instrumentos que les permiten medir su desempeño y conocer las realidades que los envuelve. En ese contexto y luego de 10 años de medición, Colombia se dirige hacia un desarrollo territorial equilibrado pero aún quedan muchos retos que el país debe superar, como la desigualdad y las bajas capacidades de gestión.
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