Luego de concluida la jornada electora ocurre uno de los momentos más decisivos para el cuidado de la elección o cuando falta muy poco para obtenerla: la protección del voto. Ser ha vuelto muy usual en América Latina la práctica de la compra de votos antes del día de elecciones, el llamado trasteo de electores de un territorio a otro, pero a esos fraudes se suma uno peor que afecta los procesos de conteo y escrutinio posterior que ejercen las diferentes instancias de los organismos electorales en cada país: El Fraude frente a los resultados electorales.
Desde antes de la jornada electoral es importante planificar la forma cómo se van a cubrir la totalidad de los puestos de votación, con especial énfasis en las concentraciones electorales masivas. Un equipo conformado por abogados, comunicadores, logísticos, veedores y profesionales expertos en la protección del voto, deben ser apostados con el fin de generar alertas desde el momento mismo de la instalación de las mesas de votación e incluso la noche anterior a la jornada, hasta los sistemas de traslado de los votos, la protección y verificación de los datos inscritos en las actas de acopio e incluso el acompañamiento de los procesos de re-conteo de los votos en los lugares dispuestos para tal fin. Es común encontrar campañas que hacen una grandiosa cobertura de las zonas en aire y tierra, aciertan con su estrategia, manejan bien el Día D, pero pierden la elección al momento de los escrutinios por no haber dispuesto un adecuado circuitro de cobertura y protección del voto. ¡Que no le pase a usted! Miguel Jaramillo Luján Consultor en Marketing Político y de Gobierno
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