El reto de vencer el abstencionismo

En muchas campañas cuando se planea la estrategia y las tácticas para lograr la victoria, se llega a pensar que con solo una buena propuesta se puede capturar el voto del que no vota, o sea el voto del abstencionista. Lo anterior es parcialmente cierto en los modelos políticos donde el peso de las propuestas está por encima de las coyunturas. En Latinoamérica hemos visto como las propuestas han sido superadas por los personalismos, dando pie a caudillos o líderes carismáticos que deben tener marca, empatía con el electorado y por último una propuesta acorde con el momento político o con el partido que representan. Capturar el voto abstencionista entonces puede ser un reto de marca mayor para cualquier consultor y resulta casi una tarea titánica en cualquier tipo de elección popular. Muchos estudios del tema hablan del problema actual del abstencionismo y lo resumen en apatía por la política y en un problema de representación. A esto hay que sumar otros elementos: pocas campañas a cargos de elección popular han resultado novedosas y pocas campañas se han preocupado por hilvanar estrategias que incluyan a ese público apático. En varias ciudades las campañas han tomado tintes muy amplios y se han convertido en campañas “atrapa todo” donde la segmentación solo se hace en los medios virtuales y se termina enviando mensajes masivos que no suelen ser elementos diferenciadores para un votante que no está enterado o quiere estar alejado de la realidad política. Como consultores en marketing de gobierno debemos entender esta realidad y construir alternativas que permitan fortalecer la democracia, no es simplemente un llamado de última hora al votante abstencionista invitándolo a las urnas; es la construcción de un mensaje capaz de transformar la apatía en curiosidad, un mensaje que se transmita en todos los momentos de campaña, un mensaje que no dependa de X o Y candidato sino que sea interpretado por todo el sistema político como la posibilidad real de cambio y de toma de decisión. Por. Guillermo Henao, Politólogo del equipo Marketing Político y Gobierno